lunes, 23 de junio de 2014

Capitulo Once

La ira que siento se entremezcla con el dolor y la desesperación, pugnando por salir; como un volcán apunto de entrar en erupción.
-Ni se te ocurra tocarle un pelo a Rousse.- el esfuerzo que tengo que hacer para hablar hace que las palabras salgan arrastradas de mis labios.
Él parece sorprendido de que haya conseguido hablar. Yo también lo estoy.
-Tranquila, no me acercare a tu hermana, siempre que el día de la elección, el cuadragésimo sexto aniversario del Cruce de Sangre, elijas bien.
-¿Qué...?
Se endereza más rápido de lo que mi mente es capaz de procesar.
-Ya entenderás todo en su momento, Elegida. 
<<Elegida, cruce de sangre, elección>> Creo que me estoy mareando.
-Bastardo -es lo único que consigo decir.
Y en una carcajada es lo único en lo que le afecta.
-En eso te equivocas querida. Fui un hijo legitimo. Hijo de dos de las más poderosas personas de mi siglo. -¿Siglo?- Y voy a volver a serlo. Tú te vas a encargar de ello.
 -¿Y qué pasa si me niego?
Su risa es puro hielo, cortante, fría.
-¿Es qué no te ha quedado ya lo suficientemente claro?
¿Estoy muriendo? Duele como si lo estuviera.
Todo está oscuro, todo está frío. 
Distingo un haz de luz e intento aferrarme a él. Pero está demasiado lejos. Inalcanzable para mí.
Y grito. Grito más fuerte de lo que jamas he gritado. Grito con todo lo que llevo dentro. Grito por todo lo que estoy sintiendo ahora, el frío, la quemazón. Todo se entremezcla creando una insoportable sensación de dolor. Sigo gritando, porque estoy muriendo.
Estoy cayendo, recto. Hacia un vacío, un vacío del que no podre volver. 
Antes de que mi cuerpo estalle y yo muera me sorprende no ver a Rousse entre mis recuerdos.
Y me sorprendo aun más cuando aparece la imagen difusa de Eric.
Hasta que dejo de sentir.

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Cuando abro mis ojos, la luz blanca que mis retinas un momento.
Por un instante todo es tan real que creo que todo asido un mal sueño; hasta que me doy cuenta de que no estoy en ningún lugar reconocido.   
Estoy flotando sola en un mar de blanco y dorado.
¿Estoy en el cielo?
Escucho una pequeña risa armoniosa. Y me giro, buscando la fuente del sonido.
Estoy completamente sola.
-Mi pequeña -hay un matiz triste en la voz. Indudablemente de mujer.
Como por arte de magia se materializa ante mi una mujer.
Doy un pequeño brinco, asustada. Aunque pensándolo bien... ¿De qué?
Obviando el hecho de se acaba de aparecer de la nada. La mujer parece inofensiva.
-¿Quién eres?
Es alta y delgada. Indiscutiblemente bella. 
Ella sonríe, pero su sonrisa es triste.
Algo en sus ojos llama mi atención, un destello de plata.
Empiezo a observarla mejor.
Su piel se ve pálida y tersa. Tiene los labios finos y del color de las cerezas.
Sus ojos, sus ojos son del mismo color que los míos. Aunque la forma es distinta.
Su cabello es cobrizo y dorado. Casi como el de Rousse.
Me atraganto.
-¿Ma... Mamá?
Ella asiente.
Se acerca a mí, con los brazos extendidos y yo retrocedo. Una expresión de dolor cruza su cara, pero no puedo evitarlo.
-¿Pero... tú, no habías...?
Suspira y cierra los ojos.
Estoy viendo a mi madre (mi madre de verdad, no un espectro haciéndose pasar por ella) muerta suspirar, ¿mi mundo se puede volver más extraño?
-Hay varia cosas que debes saber, pero yo no puedo contártelas todas, para eso estaba Chad...
-¡¿Qué tú mandaste a Chad a matarme?! ¡¿Mamá cómo has podido?! 
Me mira, serena, y con eso me calmo.
-Escucha todo lo que voy a contarte antes de interrumpirme, ¿quieres? Sí yo a Chad que fuera tu guía. Él no era el ser que tenias delante hace unos minutos. Y sé que en el fondo lo sabes. Quería que, ya que no podía ser yo, fuera algún familiar quien te ayudara con esto -fija sus ojos en los míos antes de continuar- cariño, Chad es tu abuelo -¿que Charlie qué? Sí venga, ¿y qué más?- sé que ahora mismo no me crees, pero te juro que te estoy contando la verdad. Cuando mi padre, tu abuelo, traspaso El Cristal, decidió ser un guía, para intentar ayudarme con esto, si resultaba ser yo la madre de la Elegida. -¿Otra vez con eso?- Y resulto que sí. Veras, yo no era nada especial. Una bruja más, con una empatia especial con la magia ígnea, ese era mi poder -la miro incapaz de comprender- sin embargo esto mismo fue lo que bastó para llamar la atención de los Oscuros. Después de todo, no habido una bruja ígnea en Wicklow desde hace siglos. Por eso ellos sospechaban que mi hija seria  la Elegida. Rousse estaba apunto de cumplir cinco años cuando huí con ella y tu padre a Burren. Sabia que no bastaría, mudarse al extremo opuesto del condado no haría mucho. Pero yo no podía salir de Irlanda. Además en Burren vivía tu abuelo. Cuando nos vio llegar supo que algo no estaba bien. Tuve que contárselo. Y él también me contó algunas cosas. Rousse no era la Elegida. De hecho, Rousse no tiene sangre de bruja en sus venas. De serlo, yo habría muerto en su nacimiento. Ya que estaba escrito que el día en el que La Elegida naciera, sus progenitores tendrían que marcharse. Hice todo lo posible por salvar a tu padre. Aunque para ello tuve que hacer que se olvidara de mí. Tuve que hacerle un hechizo Delusion; al igual que a tu hermana. Ambos eran humanos corrientes, asimilaron bien el hechizo. Contigo sin embargo no hizo falta hechizo. Nunca recordarías nada relevante de tu pasado hasta que fuera llegando el momento.
No me había dado cuenta de que estaba llorando.
-No te sientas mal. No te he contando esto para que hacerte sentir culpable. Sino por que el momento se esta acercando. 
-Pero yo... Mamá, hay tantas cosas que... ¿Por qué yo? ¿Que se supone que es lo qué puedo hacer? Ojala supiera como... Ojala supiera que hacer. 
Se acerca y me abraza y esta vez no me aparto.
-Mi pequeña valiente -ella también está llorando- Sé que hay muchas cosas que aun no comprendes, y siento no poder ayudarte con eso. No puedo contarte mucho más. -se agacha un poco, para que nuestros ojos se encuentren, aunque no hacia falta. Soy casi más alta que ella- Pero respecto a tus poderes y por que eres la Elegida; sí puedo ayudarte. -se para un momento y suspira antes de continuar- Controlas todos los tipos de magias que existen y tienes una afinidad increíble con la magia de los elementos. Eres la hechicera más poderosa que el mundo ha tenido.
Me quedo mirando un punto lejano. Asimilando todo lo que me ha dicho.
¿Por qué no puedo dejar de pensar que ella está siendo sincera, qué todo esto es real?
Se siente cómo si todo tuviera sentido ahora. Aunque todo carezca de ello.
Cuando vuelvo a mirarla a los ojos, sé que tiene razón. Que todo es cierto por muy inaudito que suene.
Es entonces cuando prosigue.
-Pero no eres la Elegida por eso. Eres Pura. El ser más puro de todos los mundos. Es por ello que puedes ver a través del Cristal que separa vivos y muertos. Es por ello que distingues Almas de Sombras. Y eres aun más pura de lo que todo el mundo pensó si realmente eres capaz de distinguir unos espectros de otros. -lo dice con orgullo. Y sonrío.
-Pero mamá... El cruce de sangre, la elección.. ¿Qué es todo eso?
Suspira.
-No puedo contártelo todo cariño, pero lo intentare. 
>>Hace mucho tiempo, demasiado como para estar seguros de la fecha. Hubo una guerra entre Brujos Irlandeses y Brujos Latinos. Fue un autentico genocidio. En medio del caos, un latino, hastiado de la luchas, pidió la unión de los pueblos. Hubo reticencias por supuesto, los bandos se dividieron entre los brujos que querían aceptar y los que no, hubo luchas internas, hubo muertes entre hermanos. Hubo divisiones incluso entre las Almas; sin embargo, se acabo aceptando. El veintiuno de Diciembre, cómo conmemoración a la noche más larga, latinos e irlandeses mezclaron sus sangres, sus almas, sus poderes. 
El mundo de los muertos se volvió un caos, muchos intentaron cruzar el Cristal y volver a la vida, no dispuestos a aceptar el mestizaje. Por ello nació la Serpiente,. La Serpiente es una guardiana, su deber era poner orden. Para ayudarla en la tarea, algunos brujos renunciaron a sus otros poderes y se convirtieron en hombres-lobo.  Pero algunos de ellos comenzaron a oír a sus antepasados, se volvieron malvados, e intentaron convencer a la Serpiente tomara partido. Cuando el resto de licántropos se enteraron, hicieron un cambio, para diferenciarse. Se volvieron lobos blancos. Mientras que los que habían escuchado las voces se volvieron lobos negros.
La visión fugaz de un hermoso lobo de pelaje oscuro cruza mi mente.

-La Serpiente es de naturaleza neutral, pero empezó a doblegarse a los Oscuros. Todo estaba empezando de nuevo, pero aun peor. Por ello se escribió una profecía. En está profecía se  relataba el nacimiento de un alma pura. Tú. Este seria un ser extremadamente poderoso, su misión seria tomar partido, dotar de libertad -entonces se me ocurre, Saoirse, eso es lo que significa en irlandés, libertad- o no... Entre otras cosas que no te puedo contar.
-Y después de toda una vida siendo acosada por sombras, ¿pretenden que tome partido por ellas?
Veo en los ojos de mi madre un destello, hay más.
-Las cosas nunca son tan fáciles, cariño. -es lo único que dice.
Quiero saber más, hay tantas cosas en mi cabeza.
Pero me interrumpe.
-Sera mejor que abras los ojos y vuelvas al mundo de los vivos dormilona. 
¿Dormilona?
-¿Cómo que vuelva? ¿No se supone que estoy muerta?
Ella sonríe, cansada y triste.
-No puedes morir, no hasta el día de tu elección.
¿Pero cómo...?
-Mamá, ¿qué pasara si no tomo la decisión correcta?   
Ella cierra los ojos.
-Yo confío en ti.
-Dímelo.
Sus ojos se encuentran con los míos una vez más antes de contestar.
-Que el mundo tal y como lo conoces sera destruido.

  

      

1 comentario:

  1. ¡Pero que pasada! A ver, me ha parecido muy buena la historia y todo lo demás. Al principio he pensado que Chad es un poco malo, pero me he quedado como ¡QUE! cuando.... ¿SU ABUELO? DIOS xD Y eso de que le venga la imagen de Eric a la cabeza... UYUYUYUYUYUY AQUÍ HAY ALGO. Vale, ya paro xD CONCLUSIÓN: ME HA GUSTADO MUCHO EL CAPÍTULO. Me ha parecido muy emotiva el reencuentro con su madre, por cierto :D

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