sábado, 29 de marzo de 2014

Capitulo Dos

Por mas que intento hacerme a la idea de que dentro de seis días y doce horas cogeré un vuelo destino Irlanda. No lo consigo, es como si mi metabolismo estuviera intentando contagiarse de algún virus, enfermar, algo que me proporcione una excusa para no ir. Y sin embargo una parte de mi se muere por volver.

Estoy sentada en la incomoda silla de escritorio, en vez de silla de escritorio debería llamarse silla de tortura.
Intento escribir una redacción para la clase de lengua, pero no se me ocurre nada, y no creo que escribir que un espectro sin rostro ha intentado matarme venga bien a mi reputación de loca.
Cuando me doy por vencida suena mi móvil. Por el tono se que es Alicia. Le encanta Fall Out Boy, así que le puse "The Phoenix" como tono de llamada.
-¿Que hay Al?
-¿Como que "que hay Al"? Habíamos quedado, a las cinco ¿No te acuerdas?
-¡Oh!, perdona Ali, se me había olvidado-miento-Con las redacción de lengua...
-Nada de excusas, tu vas ha salir.
-¿Que? Pero si son las siete.
-¿Y? Para algo tenemos quince, digo yo
Intento encontrar una excusa, después del intento de asesinato, la visión de mi madre y el puente de cristal, no me apetece nada salir
-Ni lo intentes-ha veces odio a Al, lleva tanto tiempo siendo mi amiga que me conoce mejor que yo, pero si quedamos tendré que contarle que me marcho-Voy camino a tu casa.
-¿Que?¡Alicia!
-Abre, ya he llegado.
Llegados a este punto me resigno, es imposible tratar con Alicia cuando se pone así.

Corro hacia las escaleras. Allí  esta, al otro lado de la puerta, la preciosa Alicia Alonso, con su rubia melena con mechas azules.
La miro, va vestida con unos pantalones negros y rotos, y una camisa azul oscuro en la que pone "Why Not?".
Me mira y suspira.
-Serch, querida, por mucho que te guste Elvis, nunca te lo pongas para salir.
Estoy dispuesta a desafiarla pero una imagen del fondo de mi mente me distrae. Cuando vuelvo en mi Alicia me mira, esperando.
-¿Que?
Al suspira y me empuja dentro de la casa.
-Vete a vestir, anda.
Suspiro, la miro y subo las escaleras.
¿Así que Elvis no? Miro mi armario, si supiera donde vamos tendría cierta idea de que ponerme. Llamo a Al, y antes de que acabe ella ya esta aquí.

Quince minutos después ya estoy lista para salir. Llevo puestas mis botas militares, unas medias negras con lineas gruesas de color azul,  una camisa también azul oscuro de cuanto tenia trece años y que ahora me llega un poco mas arriba del ombligo y una camiseta gris militar con hombreras, y la insignia, con un águila, de mi abuelo, era de su época de aviador.
Cualquiera que me vea diría que me encanta llamar la atención, cuando en realidad odio que me miren.
Hago un mohín resignado cuando me miro en el espejo, por mucho que me arregle nunca conseguiré verme guapa o simplemente mona.
Cojo mi chaqueta negra y hago un gesto a Ali para que salga.
Pero ella se queda en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
-¿Es que no pensabas decírmelo?-Lo sabe.


 *********************************************************************************


-¿Ha sido Rousse?
-¿Quien si no?-me mira, pero no se que decir-¡¿Es que no pensabas decirme que te marchas a Irlanda?!
La miro atontada, así que era eso, yo pensé que...
-¿Que? ¡No, no! Para nada Ali-se sienta en mi cama-Yo quería decírtelo, pero no sabia como, eres mi única amiga aquí y... Y bueno tampoco quería decírtelo, por que no quiero irme.
Me siento a su lado, mientras me mira con una ceja alzada.
-Lo siento-añado.
Ella sonríe, pero su sonrisa no le llega a los ojos.
-De verdad, perdona-su expresión no varia-¿Que pasa?-sigue sonriendo.
-No es nada, nada que ver contigo-añade. Quiero insistir pero mira fijamente y cambia de tema-¿Pero no es solo eso, verdad? Hay algo que aun no me has contado-suspiro. Ahora sí que lo sabe.
No quiero contárselo, a nadie. Pero se que a ella no puedo ocultárselo, al menos no se lo contara a nadie, de eso estoy segura.
-Pues...-la miro, y me estremezco recordando. Me muerdo el labio intentando ganar tiempo y trago saliva.
-¿Han vuelto, no? Las visiones.
Asiento despacio.
-Pero... Pero esta vez no eran... Visiones, bueno sí, una de mi madre, de mi madre biológica, pero luego me agarro y todo comenzó, a, dar vueltas, y ya no era mi madre Era un espectro, una sombra sin ojos, y luego intento asfixiarme, y dijo que iba a matarme Bueno, no dijo exactamente eso, pero estaba claro, y luego cerré los ojos y había... ¡Había un puente de cristal y luz azul! ¡y gente mirándome! ¡Había mucha gente sonriente! Y... Y...-paro cuando Al me abraza y me doy de que he estado llorando y gritando. Intento tranquilizarme y me limpio las lagrimas con el dorso de la mano.- Y, ahora, cuando has venido y me estabas hablando he visto una serpiente, bueno, el ojo de una serpiente, pero era negro y dorado ¿Que tipo de serpiente tiene esos ojos?- miro a Alicia-Crees que estoy loca.
Y aun que no es una pregunta ella me responde.
-No, no lo creo Serch, ¿como puedes creer que piense así? Tu sabes que no. Pero me preocupas, eso de una de una visión intentando asesinarte no había sucedido antes- asiento, yo lo se mejor que nadie-¿Pero sabes cual es la mejor formar de olvidarte de esto?-la miro, dubitativa- Saliendo por ahí con tu amiga-ella sonríe y yo sonrío a mi mejor y única amiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario